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El año comenzó con fuertes anuncios de inversión y expectativas de expansión de redes y consolidación de jugadores.

Cómo suele ser costumbre, durante los primeros meses de 2024 los operadores de fibra de América latina terminaron de revisar y evaluar su desempeño en 2023. Durante marzo en Colombia, la  Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB) anunció sus resultados del ejercicio anual anterior, donde remarcó que pese a las pérdidas ratificó su compromiso de seguir trabajando para que toda su base de usuarios cuente con acceso a fibra óptica. Durante el último año el operador alcanzó una cobertura del 78% de sus usuarios bajo esta red, lo que arroja un crecimiento del 116% de conexiones a esta tecnología en los últimos cuatro años.

También dentro del mercado colombiano, Movistar destacó que finalizó el 2023 con 1,2 millones de clientes de fibra. El operador obtuvo 367.000 clientes durante el último ejercicio. Asimismo, destacó que la tecnología abarca el 83% de los accesos de banda ancha, mientras que el número de clientes de IPTV con acceso por esta tecnología llegaron a 728.000, el 87,9% del total de abonados a TV.

La expansión de fibra óptica alcanzó los 1,1 millones de conexiones al cierre de 2023 en la zona de Lima y Callao según el Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones (OSIPTEL), lo que supone un crecimiento interanual del 65%. En esa zona del país Movistar lideró la participación de mercado con 37,57 %. En tanto que en su balance anual el operador destacó que duplicó cobertura de fibra óptica en Ica, Chincha, Pisco y Nazca, mientras que para fines de 2024, la meta es superar los 115.000 hogares pasados.

Dentro de las inversiones previstas sobresale el anuncio realizado por América Móvil para sus inversiones en infraestructura en la región para 2024. De acuerdo con Carlos García Moreno, Chief Financial Officer, el operador erogará US$ 7.100 millones este año en la región. El conglomerado había invertido un total de US$ 8.500 en 2023. El anuncio coincide con lo declarado por Carlos Slim en Brasil, durante abril de 2024 en Brasil, donde planifica una inversión de BRL 40.000 millones (US$ 7.000 millones) durante los próximos 5 años en redes 5G y fibra óptica en ese país. Así como también con otros anuncios del operador con el desarrollo de fibra en la región, en Ecuador la inversión para el próximo año será de US$ 300 millones, el operador aumentó un 60% su cobertura en 2023, consiguiendo que la tecnología alcance el 53% de sus accesos a internet fijo. Mientras que en Colombia, la inversión anunciada es de US$ 1.100 millones y busca totalizar 11 nuevas ciudades alcanzadas con la tecnología.

La consolidación también formó parte de la agenda internacional, en España, Digi vendió su red de fibra óptica a Onivía. Mientras que en Italia, el fondo inversor KKR consiguió que la Comisión Europea acepte la adquisición de NetCo, el negocio fijo de Telecom Italia, se trata de la escisión de la red fija de fibra de un operador de telecomunicaciones, estrategia que ya es una tendencia en varios mercados a nivel global. Abre además un foco de atención para lo que suceda con la filial de TIM en Brasil. Justamente en ese mercado, V.Tal anunció que llegó a un acuerdo con Oi para hacerse con el portfolio de fibra óptica (ClientCo), en caso de que este último no llegue a obtener una oferta conveniente en la primera rueda de la licitación.

La búsqueda por aumentar la cobertura fue otro de los grandes temas del cuatrimestre, tanto desde el sector público, como el privado existieron esfuerzos por llevar fibra a zonas desatendidas. En algunos casos, estos esfuerzos fueron parte de planes de digitalización nacionales, como en Venezuela, mientras que otros fueron producto de un trabajo conjunto con el sector privado, como en Salta, en Argentina, donde se desplegó fibra para atender a 60.000 nuevos hogares; o en Colombia donde se llevó fibra óptica al Estado de Amazonia. En tanto que en Chile, a partir del proyecto Fibra Óptica Nacional se desplegaron 9.000 kilómetros de fibra para llevar servicios a las regiones de Biobió y Ñubel, en las regiones de Arica y Parinacota y de los Lagos. Estas iniciativas son una primera experiencia hacia programas que pueden aumentar la conectividad en zonas hasta el momento desatendidas.